viernes, 7 de junio de 2013

PERIODO LITICO (20,000 - 6,000 a.c.)

Cuando lo que hoy nuestro Perú era una parte inhabilitada del planeta y la vida era solo fauna y flora, el paisaje vio asomarse a los primeros hombres que, cazando animales y recolectando frutos, llegaron a nuestro territorio con ánimo de recorrerlo y, de ser posible, permanecer en él, como lo hicieron. Se ignora a ciencia a cierta la antigüedad de este acontecimiento, pero cálculos modernos sospechan que ocurrió hace 14,000 años a más. También se dice que vinieron desde el norte, pero otras opiniones señalan a la selva; en realidad nada puede afirmarse todavía. Conformémonos con saber que tales hombres eran nómades en estado primitivo y que la caza y la recolección marcaban el rumbo de su marcha.

Los estudiosos en la costa norte a partir de la década del setenta (Proyecto Chan Chan, Valle de Moche, dirigido por Michael Moseley y Carol Mackey) están demostrando la posibilidad de la llegada de una o varias corrientes “de cazadores que venían del norte, coincidiendo, por aquel entonces, con el periodo de transición del Pleistoceno al post glacial” aproximadamente hace diez mil años. Esto indudablemente también hace suponer, que la megafauna ya se encontraba en proceso de extinción, pues muchos animales habían desaparecido y otros tal vez se encontraban en pie en su alocado peregrinaje rumbo al sur.

Según Luis E. Valcárcel menciona: “En la época Pre-agrícola los hombres son cazadores, pescadores y recolectores, esto en cuanto a las ocupaciones o fuentes económicas de su manutención. En cuanto al género de vida son nómades, es decir, sin residencia fija, están continuamente cambiando de lugar por la misma necesidad que les imponen la caza, pesca y recolección… La habitación en la primera época es nula: el nómade se acomoda en cualquier sitio… La organización política se reduce a muy poco. Ni siquiera forman grupos numeroso. Son generalmente 10 a 20 familias vagando de un sitio a otro; estas primeras agrupaciones se llaman simplemente bandas; un poco más desarrollados son los clanes. Bandas y clanes tienen un jefe temporal. Cuando tienen que hacer una cacería en gran escala, o hacer frente a animales peligrosos, se reúnen todos los varones y hay necesidad de alguien que dirija la maniobra, de acorralar a la fiera, perseguirla o darle muerte. Hay necesidad de combinar o coordinar esfuerzos y para ello necesitan un jefe. Pero tal jefe es temporal, solamente para los efectos de la cacería; terminada ésta cada uno vuelve a su sitio. Si la banda o clan tropieza con otra, entonces se disputan el lugar de la caza y, para hacer frente a esta guerra, cada banda es dirigida por un jefe que dura mientras exista la lucha”.

Los primeros habitantes que llegaron a los Andes eran cazadores y recolectores del Pleistoceno, poseían toscos artefactos de piedra como choppers, grandes raspadores, chopping tolos, algunos parecidas a las hachas de mano; no tenían instrumentos especializados para la caza como son las puntas de proyectil y vivieron ligados a una fauna hoy extinguida.

La más antigua ocupación humana en los Andes se encontró en la cueva de Pikimachay, ubicado a 12 Km, al norte de la ciudad de Ayacucho. En los niveles inferiores de Pikimachay en las fases llamadas Pacaicasa (20,000 años a.c).

Los instrumentos líticos más antiguos han sido hallados al norte de Lima, en el Valle del Chillón (Chivateros), cerca de la desembocadura del rio de este nombre. Son objetos logrados en cuarcita y que adolecen de un defectuoso acabado: están abandonados por su imperfección. Unos porque se quebraron durante el proceso de su elaboración, otros porque no alcanzaron la forma ideal, lo cierto es que miles de ellos yacen en el suelo, mostrando lo que debió ser taller paleolítico más rico del Perú. Las astillas o esquirlas de piedra sacadas de los artefactos ausentes y presentes, perfectos o imperfectos según se llevaran o no, constituyen cantidades imposibles de contar.


Según Justo Cáceres. Macedo (1994) considera que los grandes bifaces que caracterizan esta “industria” de Chivateros I, no son artefactos o instrumentos terminados, son simplemente “pre-formas”, que eran preparadas en estas grandes canteras de los cerros Chivateros, Cucaracha y aledaños, y que las “pre-formas” bien logradas eran conducidas a sus talleres o viviendas para elaborar las puntas y cuchillos. La mala calidad del material ha producido una gran cantidad de estas piezas desechadas que quedaron en estas canteras.


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